domingo, 14 de abril de 2013

Zoom Arrière 2013: Drôles de films

El festival

La edición de este año del festival Zoom Arrière que organiza la Cinémathèque de Toulouse estuvo dedicada al cine cómico, haciendo especial énfasis en la comedia física inspirada en aquella de los grandes cómicos del cine mudo: Max Linder, Charlie Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, etc. Se dio cita a grandes nombres de la filmografía cómica internacional. Los franceses: René Clair, Pierre Etaix, Jacques Tati, Etienne Chatillez, Georges Lautner, Jean Renoir. Los ingleses: Alexander Mackendrick, Richard Massingham, Robert Hamer. Los italianos: Maurizio Nichetti, Roberto Benigni, Dino Rossi. Los gringos: Los hermanos Marx, Hal Roach, Edward F. Cline, W. C. Fields, Jerry Lewis, Woody Allen, Billy Wilder. Los finlandeses: Valentin Vaala, Aki Kuarismäki. Y a esto hay que sumarle una enorme cantidad de autores de cortometrajes, algunos de ellos desconocidos.

Se propone entonces un festival de películas cómicas en las que el chiste físico es lo primordial. ¿Y qué resulta? Un festival absolutamente memorable. De entrada, porque este tipo de cine no deja indiferente a nadie. Los que estuvimos ahí entramos en comunión, nos entregamos juntos a un placer tan básico como esencial de la vida: la risa loca. Y aunque es cierto que no todos se ríen de las mismas cosas, la comedia física es irresistible para todo el mundo. Es una comedia hecha con el cuerpo, es decir, utiliza un lenguaje universal. El cuerpo no habla inglés, francés o vietnamita. Y es irresistible porque apela a lo más primitivo que hay en todos nosotros: aquella inocencia que creemos perdida pero que vuelve a aparecer en cuanto vemos un pastelazo seguido de un tipo que resbala y cae estrepitosamente al agua. Y por lo mismo, el cine cómico mudo es universal y eterno. Habrá guerras, destrucción, desesperación y aquellos payasos sobrevivirán. Volverán a aparecer cuando alguno de nosotros recuerde que la búsqueda de la felicidad pasa invariablemente por la búsqueda de una sonrisa. Y hay que buscar la felicidad, hay que sonreir.


Mis cinco favoritas

Un chapeau de paille d'Italie, Dir. René Clair, Francia, 1927. Una pareja está a punto de casarse. Rumbo a la ceremonia, el novio descubre a una mujer engañando a su marido. En la confusión, el caballo del novio mordisquea el sombrero de la mujer. El amante reclama un sombrero nuevo y amenaza al novio con destruirle la casa si no lo hace. Empiezan entonces las hazañas que el novio debe realizar para casarse al tiempo que encuentra un nuevo sombrero de paja de Italia. Le chapeau de paille d'Italie es una película colectiva. No hay un personaje sobre el que recae toda la acción y que debe resolver el conflicto, como sucede en buena parte de la comedia muda gringa. En esta peli varios personajes llevan la carga, cada uno con sus propios conflictos pero todos colaboran en la resolución del conflicto principal. Las últimas escenas de la peli, ¡memorables!

One, two, three, Dir. Billy Wilder, EUA, 1961. Un importante empresario de la Coca-Cola instalado en el Berlín ocupado por los aliados después de la Segunda Guerra Mundial sueña con escalar a los más altos puestos de la empresa. Un buen día, su jefe en los Estados Unidos le manda a su hija para que se haga cargo de ella por un tiempo. Para su desgracia, la rebelde señorita se las arregla para escaparse del empresario y casarse secretamente con un berlinés del este y socialista de hueso colorado. Y es aquí donde empiezan los problemas. La película es simplemente fantástica. Todos los actores maravillosos. Agil, violenta, desgarradoramente irónica, nadie se salva.

Ratataplan, Dir. Maurizio Nichetti, Italia, 1979. Un ingeniero superdotado no logra conseguir trabajo. Para sobrevivir trabaja en un puesto de bebidas. Un buen día debe llevar un vaso de agua a una empresa y en el camino, después de cualquier cantidad de peripecias, descubre una cura para los minusválidos. Para su mala fortuna, le roban la patente y se acaba su gloria. También sobrevive tocando el violín en un grupo de teatro aunque el público no aprecia mucho su talento. Siendo un romántico pero increiblemente tímido, se inventa un robot a su medida para seducir chicas. La historia no termina bien. Aunque la película en si no me fascinó, el personaje de Maurizio Nichetti es muy simpático. Es un tipo chaparro, de lentes, cabello largo y un gran bigote. Al parecer el actor era mimo lo que hace que su comedia sea completamente física. El personaje habla muy poco pero siempre logra expresarse deliciosamente con sus gestos.

Kind hearts and coronets, Dir. Robert Hamer, Inglaterra, 1949. Cierto personaje de la realeza inglesa busca conseguir el título de conde, así tenga que asesinar a todos los herederos al título. Esta película fue parte de la sección Zoom sur l'humour so british. En efecto, es un humor so british. No hay ni un solo momento que provoque una gran carcajada, pero en cambio, la fineza y elegancia de los personajes y su manierismo son simplemente deliciosos. 

Le cinéma de Max Linder: Les débuts de Max au cinéma (Dir. Louis J. Gasnier, Max Linder, Francia, 1910), Max prend un bain (Dir. Lucien Nonguet, Francia, 1910), Max et Jane veulent faire du théâtre (Dir. René Leprince, Max Linder, Francia, 1911), Sept ans de malheur (Dir. Max Linder, Francia, 1921). Una serie de cortometrajes cuyas historias se deducen fácilmente de los títulos. Hay un nuevo héroe en mi vida. Un grande entre los grandes. Chaplin llegó a decir que veía a Max Linder como su maestro. No voy a decir nada más.


Jacques Tati y Pierre Etaix

Hay algo que me desconcierta en estos actores-directores. A principios del siglo veinte el cine apenas empezaba a manifestarse. La comedia que se proponía entonces tenía un lenguaje primitivo que correspondía a los inicios de un arte que buscaba sus medios de expresión. Y la percepción del público debía ser también en cierto sentido primitiva, dado que era un arte que empezaba a florecer.

Las películas de estos cineastas son herederas de la tradición del cine cómico mudo americano y utilizan un lenguaje bastante próximo a aquel de los americanos pero se hicieron 40 años después. ¿Cómo reaccionaba el público a este lenguaje que parece que no le importó que había pasado tanto tiempo? Lo que proponen estos dos cineastas parece anticuado para la época. Este tipo de cine necesita cierta pureza e ingenuidad de parte del público que para los años 60's dudo mucho que seguía existiendo. Naturalmente me equivoco. Anticuados o no, Jacques Tati y Pierre Etaix gozan desde sus inicios de una popularidad inmensa entre el público francés que no se ha agotado hasta hoy.


Francia vs EUA

Poniendo aparte al ya mencionado Max Linder, la diferencia es abrumadora. Un buen día se presentaron tres cortos de Pierre Etaix (En pleine forme, Rupture, Heureux anniversaire) y entre ellos uno de Charlie Chaplin (The cure) y uno de Buster Keaton (One week). La diferencia es abismal. Chaplin y Keaton son naturales, los conflictos exagerados pero que caben en una realidad que gustosos aceptamos. En cambio los primeros dos cortos de Etaix son abusivos y repetitivos y muy lejos de ser verosímiles. En cuanto al tercero, no me puedo quejar, sino todo lo contrario. Sin alcanzar la altura de los clásicos, el corto tiene muy buenos momentos y deja un muy buen sabor de boca.

viernes, 5 de abril de 2013

Les films de la saison: OSS 117. Le Caire, nid d'espions.

No se pueden ver todas las películas. He decidido hacer un experimento y entregarme exclusivamente al cine francés en el tiempo que me queda aquí. A ver cuánto aguanto. El ritmo francés es bastante pausado y encima son medio depresivos. O tal vez no tanto...

OSS 117. Le Caire, nid d'espions.
(Dir. Michel Hazanavicius, 2006)

La peli de marzo: OSS 117. Le Caire, nid d'espions (2006). Antes de ganarse premios por todo el mundo con su película The Artist, el director Michel Hazanavicius hizo un par de parodias à la française del célebre agente secreto James Bond, también conocido como el agente 007. Creo que el director necesitaba algo de presupuesto para su gran proyecto así que antes se aventó un par de pelis francamente comerciales pero, a mi parecer, muy bien hechas y que tuvieron una gran acogida entre el público francés.

Y ahí lo tienen, el agente OSS 117 (interpretado por el muy solicitado por estas tierras Jean Dujardin y acompañado de la preciosa Berenice Bejo; sí, los protagonista de The Artist) es una caricatura del agente secreto: bruto, ignorante, machista, bebedor, seductor, que se pelea a la menor provocación y que nunca se despeina. OSS 117 es además un gran patriota que regala a los extranjeros un amuleto que sólo podría regalar un francés como él (y, probablemente, como muchos otros): una foto del presidente de la República Francesa. OSS 117 es un agente francés y orgulloso de serlo (francés, no agente):

Lamina (la chica): Vous êtes très... très français.
OSS 117 (con una gran sonrisa): Merci.

Sobra decir que el agente saldrá airoso de su misión y restablecerá la paz ahí donde era necesario. Y todo al ritmo del más melodioso acordeón que invoca al ambiente parisino y su imponente torre Eiffel.