Enero 2012
Tal vez el mejor de todos...
Milán, ¡oh, frustrante Milán!
Un
tren nos llevó a Venecia.
Un tren nos llevó a Florencia.
Un tren nos llevó a Roma.
Tal vez el mejor de todos...
Elena
y Daniel, paseando por Italia.
Milán, ¡oh, frustrante Milán!
Venecia,
¡oh, pisoteada Venecia!
Florencia,
¡oh, los senos de la virgen!
Roma,
¡oh, se acabó!
Un
tren nos llevó a Milán.
Puedes
estar en Milán y pararte frente a la Scala
y ver a la gente entrar. Puedes estudiar La Última Cena, soñarla,
llegar a Milán y ver a la gente entrar. Puedes dormir en un hostal barato y ver pasar entre sueños a
los Tigres del Norte. Puedes ir a los bares de la periferia de Milán,
tomar cerveza barata y oir música y volver
a tu hostal y equivocarte de dirección y terminar lo más lejos
posible de tu cama. Puedes preguntar Dove...?
y recibir por respuesta eso
no está en tu mapa de turista.
Puedes estar en Milán y sentir la mano
de un milanés en tu hombro mientras te equivocas de respuesta. En
Milán está Silvian Heach. En
Milán hay hombres sin piel. En Milán puedes tener frío. En Milán
está el teatro VERGA. En
Milán las tumbas sufren.
La Scala (vista desde afuera...)
Silvian Heach
Martirio de Bartolomé
¿Habrá butacas libres?
Venecia
ha sido visitada hasta el cansancio. Ha sido visitada hasta el
cansancio porque hay que hacerlo. 24
horas de un lunes son suficientes. No entres a museos ni visites
iglesias. Sólo camina. Sólo piérdete. Sólo
busca la salida y encuentra un canal. Espera al transporte público
que se tarda en estacionarse. Busca
banquetas y no encuentres banquetas, no existen, estamos inundados.
Agua 1
Agua 2
Agua 3
Agua 4
Un tren nos llevó a Florencia.
En
Florencia las vírgenes tienen tetas. Una voz me lo susurró al oído.
Me explicó que somos hipócritas desde
siempre. O que hemos dejado de serlo poco a poco. Tal vez ahora somos cínicos. O no. Pero antes
se pintaban vírgenes que no tenían cuerpo de mujer. Con el tiempo, además
de rostro y manos, las vírgenes tuvieron senos, caderas y nalgas. En Florencia,
Leonardo se masturbó pensando
en María. ¿O cómo explicas que en su Anunciación
hay
una cama? El
arcángel y doña María le pusieron. Y así empezó una historia que conocemos bien. Después
de rezar hincado en tu habitación hay que tomarse un vaso de leche.
Virgen sin senos
Virgen con senos
Error de perspectiva
Su lechita y a dormir
Un tren nos llevó a Roma.
Todo
lo bueno (y todo lo malo también) llega al fin o llega a su fin,
como quieran. Pero antes hay que ponerse crema
y saludar a Mr. Muzio. Hay que comerse una pizza en Montecarlo con
calabaza, chile morrón, cebolla, champiñones
y quemada en las orillas. Hay que comerse un helado Trevi. Y
alejarse, alejarse, alejarse. Hay que visitar
España en Italia. Hay que buscar la uscita.
Hay
que recordar que la traición es un gallo. Hay que pararse frente
a Rafael. Hay que manosearse ahí donde escogieron a Bergoglio. Y hay
que volver a comer pizza acompañado de
Peroni. En Roma, antes de irse, hay que ser un gladiador.
La crema
Pizza con todo
1
2
3
4
La traición es un gallo
Daniel y Rafael
¡Más pizza!
El gladiador