10 de junio de 2011
De Bélgica recuerdo vagamente los museos, las calles llenas de turistas, las papas fritas y las salsas que las acompañan, el chocolate, la maravillosa vista de Bruselas desde el estacionamiento 58, la estatua del niño que hace pipí, los mejillones, los canales de Brujas, el cielo azul intenso de Leuven, los callejones de Bruselas con personajes de comics en sus paredes, el caótico metro, aquella calle tan empinada que tuvimos que subir en bicicleta a altas horas de la madrugada.
Pero dentro de mí, de nosotros, en nuestros corazones, en nuestra sangre, muy dentro de nuestra piel, sigue circulando el verdadero, mágico, extraordinario, maravilloso, refrescante, revelador, cautivador, tesoro belga:
Cerveza belga 1
Cerveza belga 2
Cerveza belga 3
Cerveza belga 4
Cerveza belga 5
Cerveza belga 6
Cerveza belga 7
Cerveza belga 8
Cerveza belga 9
Cerveza belga 10
Cerveza belga 11
Cerveza belga 12
Cerveza belga X, donde X tiende a ser muy grande...
Y al final del día...
Cervezas belgas vacías
Que envidia me das juaritos...
ResponderEliminarComo va todo? Un abrazo desde la tierra del fish and chips
Ese mi chilaquilo!
ResponderEliminarAh, pues todo tranquis por aqui. Estos franceses se toman muy en serio las vacaciones y el ultimo mes he tenido la sensacion de estar en una ciudad medio abandonada...
Salud, mi querido chilaquil!