lunes, 28 de mayo de 2012

Charlotte, Connan, Zebda

Un par de boletos para un par de conciertos: Charlotte Gainsbourg acompañada de Connan Mockasin, y los viejos tolosanos Zebda

De Charlotte Gainsbourg nos enteramos más bien por su trabajo de actriz. La última peli en la que recuerdo haberla visto es Melancolía de Lars Von Trier, algo así como el año pasado. Y la mera verdad, creo que es mejor actriz que cantante. Hija del famoso Serge Gainsbourg, no tuvo la suerte de heredar la voz del padre. Es increíble el contraste entre su vocecita apenas perceptible y la intensidad con la que se entrega en las últimas escenas de la ya citada Melancolía. Pero dentro de lo que cabe, su concierto estuvo agradable. Siempre hay algo de sensual e intrigante en una voz que apenas murmura... Pero lo mejor de la noche se lo debemos al acompañante de la señorita Charlotte. En un momento Connan Mockasin y su banda tocaron una rolita de su último disco: Forever Dolphin Love. ¡Cámaras! ¡Nomás por esa rolita valió la pena el concierto! 

Una semana después nos lanzamos a Le Bikini, nuestro antro de conciertos preferido, a ver a los muy mencionados por estas tierras, Zebda. Estos batos son unos tolosanos que cantan con un fuerte acento del sur de Francia. ¡La pura fiesta! Hemos ido a algunos conciertos desde que estamos aquí y nunca había visto a los franceses como esa noche: brincando, gritando, sudando, cantando, oliendo mal (bueno, eso ya me había tocado en el transporte público), pidiendo canciones, insistiendo sin parar para que la banda no se vaya. Había adolescentes, jóvenes, señoras y señores. Aquello estuvo de maravilla. Naturalmente, mi esposita y yo  también nos entregamos al ánimo colectivo y aun sin sabernos las canciones gritamos y aplaudimos y chiflamos para que el concierto continuara y el éxtasis se prolongara un poco más. Y asi fue: dos veces se fueron y dos veces los obligamos a volver. 

Nosotros, como ellos, volveremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario