viernes, 3 de diciembre de 2010

666

"Aquí hay sabiduría. Aquel que tenga inteligencia, que calcule el número de la bestia, pues es el número de un hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis".

Apocalipsis 13:18

Ciertamente el número impone, ¿cómo ignorar su connotación religiosa? Entonces, ¿por qué utilizarlo para ejemplificar la descomposición en primos de un número natural? En el ya mencionado libro An introduction to the theory of numbers de Hardy y Wright, los autores toman el 666 para ilustrar el hecho de que cada natural tiene una descomposición en números primos. ¿Por qué precisamente ese número? ¿Por qué no el famoso 1729 de la anécdota Hardy-Ramanujan? ¿Qué tal algún número perfecto? No, el 666 resultó el ejemplo más apropiado. ¿Acaso los autores querían dejar un mensaje subliminal que habría de alcanzar nuestros subconcientes para (después de carcomer nuestras buenas conciencias) convertirnos en integrantes de alguna secta satánica? Vayan ustedes a saber... 

Lo que sí sé, es que últimamente sueños extraños me acosan por las noches. ¡Ay, Dios mío! ¡No me condenes por leer un libro blasfemo de Teoría de números!

1 comentario:

  1. Finisimo post!!!!

    Yo suenio ahora con la razon aurea... se me aparece hasta en los calzones... besitos guapo

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